ENTRANTE
ARROZ CON GUISANTES Y JAMÓN
Receta muy fácil de hacer y que te puede salvar una comida o cena que por falta de tiempo no se haya planificado convenientemente. Si empleas arroz vaporizado se puede guardar y consumir sin que se pase.
1 vaso de arroz (vaso de 200 ml)
2 vasos y medio de caldo vegetal, de pollo o carne (medio litro) o agua, si tenemos caldo
200 gramos de guisantes congelados
100 gramos de taquitos de jamón
1 cebolla grande morada o fresca
Medio vaso (100 ml) de tomate frito
Medio diente de ajo
Aceite virgen extra de oliva
Sal
En una sartén o paella hacemos un sofrito de cebolla, ajo y el medio vaso de tomate frito. Cuando el sofrito está bien ligado añadimos los tacos de jamón y a continuación rehogamos el arroz durante unos cinco minutos. Salamos ligeramente porque el jamón ya es suficientemente salado.
Incorporamos el caldo vegetal o de pollo (si queremos un plato contundente utilizamos caldo de carne) previamente calentado en un cazo aparte o en el microondas. También podemos emplear agua.
Puesto que empleamos guisantes congelados, con incorporarlos al añadir el caldo ya habrá suficiente para que se ablanden.
Dejamos a fuego lento, rectificando de sal si es preciso, hasta que el arroz absorbe el agua. Se deja reposar diez minutos fuera del fuego y ya está listo para comer.
Una receta andaluza, concretamente típica de Córdoba, que puede ser entrante o constituir plato único si la acompañamos con pisto o una buena ensalada. Si vais a cocinarlos para niños, os recomiendo hacer los flamenquines con esta receta, que siempre mucho mejores que los preparados congelados y además más baratos.
PLATO PRINCIPAL
FLAMENQUINES
INGREDIENTES (4 personas) :
8 filetes extra finos de lomo de cerdo
8 lonchas finas de jamón serrano
8 lonchas finas de queso tierno o semicurado
3 huevos
Pan rallado
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
Se trata de hacer rollitos donde un filete de lomo de cerdo envuelva uno de jamón y finalmente encierre el queso. El queso, al fundirse, unirá los tres ingredientes. Esa es al menos la teoría.
En primer lugar aplastamos con un mazo o con la ayuda de un rodillo los filetes para que queden lo más anchos y largos que se pueda. Los salpimentamos ligeramente.
A continuación colocamos encima una loncha de jamón que sea más pequeña que el lomo y seguidamente una loncha de queso. Hacemos un rollo y lo cerramos con un palillo para que no se abra. Salpimentamos también ligeramente por el exterior.
Bañamos el flamenquín en huevo y a continuación lo pasamos por el pan rallado para que quede bien cubierto, vigilando sobre todo los extremos puesto que con la consiguiente fritura si quedaran abiertos el queso se podría perder.
Freímos el flamenquín en abundante aceite y a baja temperatura para que se dore sin quemarse. Se extraen, se colocan sobre papel absorbente y a devorarlos.
Retiramos las manzanas a medida que las vamos haciendo y las colocamos sobre un papel absorbente. Se pueden servir tal cual o espolvoreando por encima canela o azúcar glass, o bien bañándolas en miel, sirope de cualquier sabor o caramelo.
Es uno de esos postres que no se olvidan.
POSTRE
AROS DE MANZANA
Este es un postre que crea adicción. Se pueden servir con nata, azúcar glass, sirope de fresas o chocolate, miel o caramelo.
1 cucharada y media rasa de harina de trigo
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de azúcar
Una cucharadita de levadura química (alrededor de 5 gramos)
Canela en polvo
Canela en polvo
Agua con gas
Aceite virgen extra de oliva
En un bol mezclamos el huevo con la harina, la levadura química y una cucharadita de canela en polvo. Utilizamos la batidora de varillas para eliminar los posibles grumos. La mezcla probablemente ha quedado algo espesa. La rebajamos con agua con gas - o agua normal, si no tenéis - hasta que quede con la consistencia de una papilla más bien líquida.
Pelamos las manzanas y les quitamos el corazón. A continuación las cortamos en rodajas no muy gruesas que inmediatamente rebozamos en harina para después llevarlas al bol de la "papilla". Hay que hacerlo rápido para que las rodajas de manzana no se oxiden.
Una vez los aros de manzana están bien empapados de la papilla las escurrimos bien antes de meterlos en una sartén con dos dedos de aceite bien caliente. La fritura debe ser burbujeante siendo innecesario dar la vuelta al aro de manzana si hemos tenido la precaución de llenar suficientemente la sartén con el aceite. También es preciso evitar que los aros se toquen entre sí. En menos de un minuto la manzana estará dorada e inflada.
Una vez los aros de manzana están bien empapados de la papilla las escurrimos bien antes de meterlos en una sartén con dos dedos de aceite bien caliente. La fritura debe ser burbujeante siendo innecesario dar la vuelta al aro de manzana si hemos tenido la precaución de llenar suficientemente la sartén con el aceite. También es preciso evitar que los aros se toquen entre sí. En menos de un minuto la manzana estará dorada e inflada.
Retiramos las manzanas a medida que las vamos haciendo y las colocamos sobre un papel absorbente. Se pueden servir tal cual o espolvoreando por encima canela o azúcar glass, o bien bañándolas en miel, sirope de cualquier sabor o caramelo.
Es uno de esos postres que no se olvidan.