Como supongo sabéis la Tarta Tatín nació como un error. Cuando la cocinera que preparaban una tarta de manzana se dio cuenta que las rodajas de fruta que freía en una sartén con mantequilla se estaban pegando a la misma no tuvo otra ocurrencia para salvar la misma que colocar sobre las mismas la masa de hojaldre, en lugar de hacerlo al revés como se solía hacer. La giró, probablemente asustada, y voilà, la Tarta Tatin había nacido.
Desde aquel momento cualquier tarta que se hace al revés, colocando la masa sobre el relleno y horneándola así, se viene llamando tarta tatín acompañada de la coletilla sobre el relleno. En este caso vamos a hacer una Tarta Tatín salada con patatas y camembert
INGREDIENTES :
4 patatas grandes
1 queso camembert mediano (200 gramos aproximadamente)
1 masa de hojaldre
Sal
Pimienta
Perejil o cebollino (opcional)
Perejil o cebollino (opcional)
Mantequilla
Pelamos y cortamos las patatas en rodajas muy finas, como si fuéramos a hacer patatas chips. Las hervimos en muy poca agua con sal (lo justo para que cubra).
Cuando están blandas las retiramos y escurrimos.
En un molde para pasteles (de unos 22 cm, como un plato) que pueda ir al horno repartimos las patatas cocidas. Entre las rodajas de patatas repartimos rebanadas de camembert así como dos o tres nueces de mantequilla. Salpimentamos al gusto.
Cubrimos el molde del pastel con la masa de hojaldre. Precalentamos el horno a 180 grados y en media hora - o cuando el hojaldre se vea hecho - ya podremos sacar la tarta. Aún en caliente le damos la vuelta y si todo ha ido bien las patatas y el queso se habrán pegado al hojaldre. Si se ha pegado alguna patata basta con despegarla y colocarla en su posición correcta.
Se puede espolvorear por encima perejil picado o cebollino también picado muy fino.
Se puede espolvorear por encima perejil picado o cebollino también picado muy fino.
Esta tarta salada se debe comer en caliente o tibia, nunca fría porque desmerece bastante.