Una colineta es un tipo de bizcocho que se hace con huevos, azúcar y harina de almendra o avellana. Y nada más, ni siquiera levadura. Son muy típicas del norte de España - la tarta de Santiago gallega podría clasificarse como tal - y aunque su nacimiento se debió a otras circunstancias derivadas de la disponibilidad de ingredientes, en la actualidad son útiles para todos aquellos que tienen intolerancia al gluten ya que no lo contienen en absoluto. En esta afirmación cabe hacer un inciso porque a menudo, si las compráis en los comercios, llevan una cierta cantidad de harina de trigo para abaratar costos. Si vosotros tenéis intolerancia al gluten o sois directamente celíacos y queréis ahorrar costos, lo mejor es emplear harina de maíz mezclada con la harina de almendra o avellanas. La harina de maíz, al igual que otros cereales de regadío, no contiene gluten.
Esta colineta es típica de Teberga, un precioso municipio al sur de Asturias, colindante ya con León, y ubicado en plena sierra de Sobia, en el parque natural de Las Ubiñas. Un sitio al que has de ir si visitas Asturias.
INGREDIENTES :
250 gramos de harina de avellanas tostadas (si lo preferís de almendras, aunque la receta de Teberga se realiza con avellanas)
250 gramos de azúcar
6 huevos
1 limón
1 pellizco de sal
Opcional : azúcar glass (impalpable) para decorar
En primer lugar separamos la yema de la clara de los huevos. Con la clara, una vez la montemos, haremos las veces de levadura.
Batimos la yemas y sin dejar de batir vamos añadiendo el azúcar poco a poco hasta que veáis que la mezcla no admite más y os cuesta disolverla. Debe quedar como la espuma, así que si tenéis unas varillas eléctricas es el momento de usarlas.
Una vez tenéis bien batidos los huevos con el azúcar, añadimos la harina de avellanas tostadas poco a poco. A veces es complicado encontrar este tipo de harina - no así la de almendras, que es más común - por lo que a menudo se deben comprar avellanas tostadas y picarlas con la picadora eléctrica o incluso en vaso de la termomix o batidora (si tiene las cuchillas adecuadas) para conseguirlas. Queda una harina un poco gruesa pero la podéis tamizar con un colador o bien usarla tal cual, tampoco queda mal.
Una vez tenemos la masa de harina de avellanas bien batida pasamos a montar las claras. Para ello las disponemos en un bol con un pellizco de sal y 3 gotitas (literal, 3 son suficientes) de zumo de limón. Batimos con las varillas o las varillas eléctricas hasta que montan de manera que al dar la vuelta al bol el merengue no cae. Hacedlo despacio, de arriba a abajo, de manera que no se pierda el aire.
Es el momento de verter el contenido en un molde. Dada las características de la colineta, es preferible usar un molde de base removible. Si no lo tenéis, usad uno bien engrasado y poned un papel de hornear para que la extracción sea fácil. Si no lo hacéis así la colineta se romperá, es bastante frágil. El molde de base removible debe ser el normal de 22 cm (tamaño plato convencional).
Precalentamos el horno a 200 grados y horneamos durante 20 minutos o hasta que lo veáis dorado y al clavar un palillo en el centro salga totalmente seco.
Extraéis, dejáis enfriar y quitáis la banda lateral del molde con cuidado. Si queréis darle un aspecto más apetecible, espolvoread por encima un poco de azúcar glass.
Si os gustan las avellanas, este dulce os encantará.