La piperrada es la versión vasca del pisto y la samfaina. Se utiliza como acompañamiento de todo tipo de alimentos. En este caso vamos a hacernos para desayunar unos huevos fritos con piperrada que nos va a dejar despiertos el resto del día y parte de la noche siguiente.
INGREDIENTES (2 personas) :
4 huevos grandes (XL)
4 tomates rojos grandes, muy maduros
2 rebanadas de pan rústico
2 cebollas moradas (dulces) grandes
1 pimiento verde para freír
1 pimiento rojo para freír
1 diente de ajo
Sal
Pimienta negra molida
Aceite virgen extra de oliva
Cortamos los pimientos en tiras, retirando las semillas y el tallo. Pelamos los tomates y les quitamos las semillas, picando muy finos. Lo mismo con la cebolla, bien picada.
En una sartén con un buen chorro de aceite de oliva freímos el diente de ajo pelado hasta que se dora. Retiramos y descartamos. En el mismo aceite freímos la cebolla en juliana, salamos para que sude, y cuando transparenta añadimos las tiras de pimiento. Dejamos hacer durante 15 minutos vigilando que nada se queme.
Añadimos entonces el tomate y tapamos la sartén, dejando al fuego mínimo. Lo mantendremos así otros 15 minutos.
En otra sartén a fuego fuerte con un chorro importante de aceite de oliva freímos los huevos cuando el aceite esté a punto de humear (cuidado con las salpicaduras). Con la paleta vamos echando aceite caliente sobre la yema para hacerla, evitando que se rompa. Salpimentamos. Cuando la clara se está rizando por los bordes y dorando, retiramos y emplatamos. Vertemos alrededor la piperrada.
En el aceite donde hemos frito los huevos, ya fuera del huevo, calentamos las rebanadas de pan para que se doren. Se sirve el pan con los huevos y la piperrada para que el comensal moje.
¿No os ha entrado hambre?