Köttbullar con salsa


Seguramente conoces las köttbullar ya que son las típicas albóndigas que se sirven en los IKEA. Se trata de la receta más popular en Suecia y como todo lo que es popular hay mil recetas diferentes : la que hacen en la susodicha tienda de muebles, la que hace la madre sueca de cada uno y la de los restaurante. Al final nadie se pone de acuerdo al respecto, así que os doy la receta más neutra posible.

INGREDIENTES (4 personas) :

500 gramos de carne picada de ternera
1 cebolla morada grande (dulce)
100 ml de crema de leche
La mitad de un vaso de migas de pan duro
100 gramos de mantequilla sin sal
1 huevo
Sal
Pimienta blanca molida

Para la salsa :

1 vaso (200 ml) de caldo de carne
1 cucharada de maizena

Rallamos la cebolla y la pochamos en una sartén con una cucharada de mantequilla hasta que transparenta. Reservamos.

En un bol vertemos la carne picada, la crema de leche, el huevo batido, la cebolla que acabamos de saltear y el pan rallado. Sazonamos con sal (una cucharadita) y pimienta.

Amasamos con las manos hasta que quede homogéneo. Es importante hacer un buen amasado para que la carne libere el colágeno.

Una vez tenemos la masa preparada, separamos trozos para formar bolas del tamaño de pelotas de ping pong.  Para que la masa no se pegue a nuestras manos es mejor humedecerlas previamente con un poco de agua.

Una vez hemos convertido toda la masa en albóndigas debemos guardarlas en el frigorífico al menos una hora para que se consolide.

Ponemos en una sartén el resto de la mantequilla y cuando funde freímos las albóndigas hasta que quedan bien doradas por todos lados. Si las albóndigas que habéis hecho son pequeñas se cocinarán rápido pero si son grandes pueden tardar más y saldrán de un color más oscuro. Bajad el fuego en el segundo caso.

Una vez fritas se llevan a un papel absorbente para retirar el exceso de grasa.

Para hacer la salsa se vierte el caldo de carne en la sartén y con el mismo se desglasa el fondo, añadiendo a continuación la maizena previamente diluida en un poco de agua. Mantenemos al fuego hasta que espesa y añadimos un poco de sal. Vertemos sobre las albóndigas y directas a ser servidas al comensal.

También se suelen servir con puré de patatas o con mermelada de arándanos rojos, muy típica en la cocina sueca.