Una forma de tomar pescado que agrada a todos los de la casa, aunque no les guste el pescado.
INGREDIENTES (4 personas) :
12 placas de pasta para hacer canelones
200 gramos de salmón fresco (a ser posible lomos sin espinas)
100 gramos de espinacas frescas
1 cebolla grande morada (dulce) o fresca
1 diente de ajo
Mantequilla
Medio litro de leche
Harina de trigo
Nuez moscada
Queso rallado
Sal
Pimienta
Aceite virgen extra de oliva
En una sartén con un chorro generoso de oliva freímos el diente de ajo hasta que se dora. Lo retiramos y desechamos. En el mismo aceite pochamos la cebolla en juliana y cuando transparenta añadimos el pescado bien picado vigilando que no se cuele ninguna espina. Salpimentamos.
Cuando el pescado empieza a dorarse añadimos las espinacas bien lavadas y pochamos a fuego lento con una nuez de mantequilla. Cuando tengamos una especie de pasta retiramos y reservamos.
Hervimos las placas de canelones y las extendemos sobre un paño de algodón. Sobre cada una de ellas incorporamos la mezcla de espinas y salmón, enrollando a continuación la pasta. Colocamos los canelones en una bandeja que pueda ir al horno y ahora verteremos por encima la bechamel.
Para hacer la bechamel freíremos tres cucharadas soperas de harina en un chorro generoso de aceite de oliva. Cuando la harina se vuelva marrón añadimos la leche y a fuego bajo vamos removiendo hasta que espese. Añadimos sal y nuez moscada, vertiéndola a continuación sobre los canelones. Espolvoreamos por encima el queso rallado y metemos en el horno, función gratinador, durante unos 20 minutos y listos para comer.