Si os acabáis de levantar con hambre y os apetece haceros un desayuno diferente lo mejor que se me ocurre es unos Tortos con huevos revueltos que es más o menos como a veces los asturianos se desayunan o cenan. Dejad de lado la bollería y volved a lo tradicional que además resulta ser más sano.
Los Tortos no son mas que tortas de harina de maíz finas que se fríen para que estén crujientes. Se deben comer recién hechas pero se recomienda que la masa se prepare con antelación. Se suelen acompañar de huevos revueltos y picadillo, aunque esto último es mejor reservarlo para una cena. De todas maneras en la actualidad los tortos se utilizan como base para un infinito número de posibles ingredientes al gusto del comensal. Los hay que los coronan con queso de cabrales, salmón ahumado, aguacate etc. Muchos prefieren poner el ingrediente en un lado para que el torto no se reblandezca mientras que otros los coronan siempre. Va a gustos.
INGREDIENTES (4 personas) :
Para los tortos :
250 gramos de harina de maíz (de la amarilla, lo que es realmente harina, no la fécula que sería lo que llamamos Maizena)
1 vaso de agua (200 ml)
Un pellizco de sal
50 gramos de harina de trigo (opcional) *
Aceite de maíz para freír
* La harina de trigo no forma parte realmente de los tortos pero los panes hechos solo con harina de maíz son muy quebradizos. Añadiendo harina de trigo evitáis que la oblea se rompa, sobretodo si la hacéis muy fina. Pero si no la ponéis no pasa nada, salvo lo explicado acerca de su fragilidad.
Para los huevos revueltos :
2 huevos por comensal (8 en total)
Mantequilla
Aceite virgen extra de oliva
Sal
Opcional : perejil picado, cebollino, pimienta negra etc
En primer lugar hacemos los tortos mezclando las harinas tamizadas con el agua, la cual añadimos poco a poco mientras amasamos. La masa debe quedar homogénea y mejor si se pega un poco a los dedos. Es preferible dejar que esta masa repose al menos 2 horas.
Transcurrido el tiempo hacemos pequeñas bolas - del tamaño de pelotas ping-pong, más o menos - las cuales aplastamos entre dos hojas de papel film hasta conseguir el grosor deseado.
Calentamos medio dedo de aceite en una sartén honda y freímos los tortos hasta que se doren bien por ambos lados, dándoles la vuelta. Una vez dorados los extraemos y dejamos sobre un papel de cocina para que éste absorba el aceite sobrante. Para 4 comensales necesitaremos 8 tortos en total.
Ahora es el momento de hacer huevos revueltos. En primer lugar separamos la clara de la yema de un huevo. En una sartén a fuego bajo incorporamos una cucharada de mantequilla sin sal y un chorrito de aceite de oliva. Vertemos la clara y vamos trabajándola con una espátula para que se haga bien por todos lados y no se pegue. Cuando ya ha cuajado ligeramente, añádimos la yema y hacemos lo mismo (no importa que la yema se rompa). Añadimos si queremos un poco de perejil o cebollino picado. Esta operación la repetiremos 8 veces.
Lo de hacer primero la clara y luego la yema no es capricho. La yema se hace más rápido que la clara y por eso conviene que tenga un tiempo de cocinado menor.
Lo de hacer primero la clara y luego la yema no es capricho. La yema se hace más rápido que la clara y por eso conviene que tenga un tiempo de cocinado menor.
Ahora vamos a emplatar. En cada plato colocamos dos tortos y sobre cada uno de ellos un huevo revuelto que ahora salaremos o salpimentaremos - y no antes - , al gusto.
Hoy sí vais a desayunar como Dios manda. Y si queréis unos tortos completos, para una cena o un almuerzo, añadid picadillo.