Esta receta veneciana obtiene una crema a base de bacalao que se unta en tostadas, los famosos crostini, o se consume acompañado de polenta. Es por tanto lo que los americanos llaman “dip”.
INGREDIENTES :
800 gramos de bacalao salado (dependiendo de la cantidad que queráis hacer, por supuesto)
200 ml (un vaso) de aceite virgen extra de oliva
200 ml (un vaso) de leche entera
1 diente de ajo
1 ramita de perejil
Sal
Pimienta negra molina
En primer lugar debemos desalar el bacalao sumergiéndolo en agua durante 24 horas y cambiando la misma cada 6.
Una vez desalado lo llevamos a una sartén y lo cubrimos con la leche y agua si la primera no cubre por completo el pescado. Cocinamos el bacalao dentro de esta preparación durante 20 minutos o hasta que esté muy blando. Una vez cocido lo limpiamos, retirando las espinas y cualquier vestigio de piel. Debe quedar solo la carne blanca. La leche la desechamos.
Vertemos la carne en un vaso de batidora con el diente de ajo picado – sin el germen verde para que no repita - , el perejil picado y un pellizco de pimienta negra molida, además del aceite. Con la batidora eléctrica damos cuatro o cinco golpes como si estuviéramos haciendo una mahonesa.
Una vez hecha la masa – no la hagáis tampoco demasiado fina – la probamos para comprobar si es necesario añadir sal y pimienta.
Con esta pasta se suelen untar trozos de pan tostado o se sirve al plato acompañando la polenta.