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Almejas a la tailandesa


Si estáis buscando para estas Navidades un entrante oriental con estas almejas acertaréis de lleno.

La salsa sriracha es típica de Thailandia. Debe su nombre a la ciudad homónina, donde fue creada. Tiene un sabor extraño, entre dulce y picante - más bien tirando a picante, para que engañarnos - que la ha hecho muy popular para confeccionar sopas orientales o aderezar marisco. Aunque en las tiendas especializadas en productos asiáticos se puede conseguir versiones industrializadas de esta salsa tampoco es difícil hacerla en casa. Aquí os dejo una receta para tomar "en frío" que seguro no se os olvida jamás una vez la degustéis.

INGREDIENTES (4 personas) :

Para la salsa

  • 200 gramos de guindillas rojas picantes
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 vaso (200 ml) de vinagre de manzana o arroz
  • 2 cucharada de azúcar

Para las almejas :

  • 1Kg de almejas
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 cucharada de perejil
  • El zumo de una lima o un limón
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite virgen extra de oliva

Para hacer la salsa :

En un bol colocamos todos los ingredientes excepto el azúcar. Lo tapamos con un papel film transparente y lo dejamos toda la noche. Con esta salmuera el picante de las guindillas se reduce bastante.

Al día siguiente introducimos la mezcla que ha reposado toda la noche y la llevamos a una cazuela junto al azúcar. La llevamos a ebullición a temperatura alta y una vez conseguimos el primer hervor, sin dejar de remover, bajamos el fuego y mantenemos durante 5 minutos. Retiramos y dejamos enfríar a temperatura ambiente. Cuando está frío lo pasamos por la batidora hasta que quede una pasta muy fina. Luego la pasamos por el colador y ya tenemos sriracha. Se debe mantener dentro del frigorífico si queremos conservarla para más de un uso.

Para preparar las almejas :

Mientras en una cazuela con un chorro generoso de aceite de oliva pasamos las almejas hasta que empiezan a abrirse. Cuando esto ocurre añadimos un vaso de vino blanco, sal y pimienta y el perejil picado. Las dejamos hacer unos minutos hasta que se abren la mayoría. Las que no se abren las rechazamos (probablemente ya estaban muertas cuando las recogieron y no sería saludable comérselas).

Las sacamos de la cazuela, las colocamos en una bandeja y las bañamos con el jugo de la lima. A continuación las rociamos con la sriracha. Seguro que repites.