El té verde matcha es un tipo especial de té verde que se comercializa en polvo. Es originario de Japón. Se cultiva y procesa de una manera bastante especial. Las hojas de té se protegen de la luz solar durante semanas antes de la cosecha para aumentar la clorofila y crear un sabor más suave y dulce. Luego, las hojas se muelen en un polvo fino que es lo que conocemos como matcha. Aparte del sabor muy especial que tiene se le suponen diversos beneficios para la salud.
En Japón la confección de bizcochos de tipo esponja tiene un gran auge. Como curiosidad indicar que históricamente a tales preparaciones se les conoce como "Castella" ya que les atribuyen un origen español. De igual manera la palabra "tempura", en referencia a la fritura de diversos alimentos, procede del portugués y haría alusión a la "temporada" de Cuaresma. Como veis ni siquiera el idioma japonés es impermeable a las adiciones de otro idioma cuando se trata de comida.
La siguiente receta es muy popular en el Japón.
INGREDIENTES :
- 2 vasos de harina para todo uso.
- 1 vaso de azúcar
- 1 vaso de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente.
- 1 vaso de leche.
- 4 huevos.
- 2 cucharaditas de polvo de té verde matcha (se encuentra en cualquier supermercado)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 1 sobre de levadura química (tipo Royal) que son aproximademente 20 gramos
- Una pizca de sal.
En primer lugar precalentamos el horno a 180°C y engrasamos con mantequilla un molde para tarta.
Tamizamos la harina y la mezclamos con el polvo de té verde matcha, la levadura química y la sal en un bol grande. Reservamos.
En otro bol, batimos la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla esté suave y cremosa.
Agregamos a la mantequilla y el azúcar los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición.
Incorporamos la mezcla de harina en tres partes alternando con la leche, comenzando y terminando con la mezcla de harina. Es decir, primero añadimos harina, luego leche, luego harina de nuevo, leche y finalmente harina. No añadáis el siguiente golpe de harina hasta que el anterior no esté bien integrado.
Agregamos el extracto de vainilla y mezclamos bien. Si se bate con las varillas eléctricas todavía quedará más esponjosa.
Vertemos la masa en el molde preparado y horneamos durante aproximadamente 30-35 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Dejamos enfriar la tarta en el molde durante 10 minutos antes de transferirla a una rejilla para que se enfríe completamente.
Una vez fría ya podemos desmoldar. Si queréis darle un uso como postre para una comida festiva, se puede cubrir con un frosting de queso crema (como en la foto de arriba), con nata o incluso con alguna mermelada, a ser posible de color verde (ciruela, manzana o kiwi principalmente).
Es perfecta para tomar con café y por supuesto con té.