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Corbatas de Unquera


Al oeste de Cantabria, tan al oeste que limita ya con Asturias, se encuentra el pequeño pueblo de Unquera con poco más de mil habitantes. El entorno del mismo es idílico, ubicado en los márgenes de una ría y que a segunda vista llama la atención por la gran cantidad de industrias dedicadas a la alimentación.  Aparte de las esperables, aquellas dedicadas a los frutos que el mar proporciona, destacan las dulcerías que tienen en las Corbatas de Unquera su mayor reclamo.


Las corbatas de Unquera son un dulce de hojaldre al que se le da forma de lazo o corbata y que se cubre con una glasa entre cuyos ingredientes se encuentra la almendra. Creadas a mediados del siglo pasado, ya constituyen un regalo apreciado entre una masa de fieles que aprovechan cualquier viaje entre Cantabria y Asturias para aprovisionarse. Son deliciosas y también fáciles de hacer.

INGREDIENTES (para una docena de corbatas)

  • 2 placas de hojaldre
  • 100 g azúcar glas
  • 50 g de almendras molidas (harina de almendras)
  • 1 clara de huevo
  • 50 g de almendras picadas (como para hacer crocante)
  • Mantequilla

En primer lugar extendemos una placa de hojaldre y pintamos la superficie con mantequilla derretida (una capa muy fina). A continuación, con sumo cuidado, colocamos encima la segunda placa de hojaldre.

Cortamos rectángulos del tamaño que queramos, dependiendo del tamaño de las placas de hojaldre. Lo ideal es una relación de 1 a 4. Por tanto si hacemos un ancho de 5 cm, el largo debería ser de 20 cm. Si esto os parece una corbata demasiado grande, se pueden hacer otras medidas. Por ejemplo, 2 cm de ancho y 8 de largo. La cuestión es aprovechar al máximo la pasta de hojaldre y que no queden retales con los cuales no sabemos qué hacer.

Marcamos los rectángulos con la punta de un cuchillo y o bien los separamos o los dejamos todavía adheridos entre sí.

Pasamos hacer la glasa. En un bol mezclamos la clara de huevo con la harina de almendras y el azúcar glas. Se bate para que quede uniforme.

Con un pincel pintamos la placa de hojaldre que queda a la vista y separamos uno a uno los rectángulos que hemos marcado. A medida que lo hacemos, los retorcemos por el centro para que quede forma de corbata (lo se, usad la imaginación, es como ver barcos o corazones en las nubes, es una creencia, no una verdad literal).

A medida que los retorcemos, las vamos depositando en una bandeja de horno sobre un papel sulfurado no sin antes mojar las puntas en las almendras picadas.

Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos las corbatas unos 15 minutos o hasta que se hayan inflado y dorado.

Retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla. 

¿Y si entre ambas placas de hojaldre relleno con crema pastelera, nutella o miel en lugar de mantequilla? Esa misma pregunta existencial me hice hace tiempo y es lo que he venido haciendo desde hace tiempo. Aunque no se aprecie, las corbatas de la fotografía contiene un poco de mermelada que es como me agradan. Así que a experimentar combinaciones que sean de vuestro agrado. 

Fáciles, ¿no? Seguro que las haréis más de una vez. Y si no, es una buena excusa para visitar Unquera y ya de paso Cantabria y Asturias. El viaje bien merece la pena, con corbata o sin ella.