Carbonara con prosciutto


Vamos a preparar una pasta a la carbonara tal y como la preparan los italianos es decir, sin usar nata, y sustituyendo el bacon por taquitos de prosciutto, que está más bueno.

Hay gente que piensa que el prosciutto es el equivalente italiano al jamón español pero no es así. El proceso de creación y curación es muy diferente.

Fuera de Italia se tiende a cocinar la carbonara con nata, algo que a los italianos les parece una aberración. Sin embargo la receta de la carbonara no es tan italiana ni tan tradicional como pudiera parecer. Lo cierto es que empieza a aparecer en recetarios a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Según algunos tratados gastronómicos, fue la convivencia con las tropas norteamericanas durante la Segunda Guerra Mundial la que propició la adición de bacon y huevos a un plato de pasta que hasta aquel momento era parco en ingredientes. 

INGREDIENTES (4 personas) : 

  • 300 gramos de spaghetti
  • 100 gramos de taquitos de prosciutto * 
  • 50 gramos de virutas de prosciutto de calidad, para decorar 
  • 50 gramos de queso pecorino romano 
  • 6 yemas de huevo 
  • Sal 
  • Pimienta negra molida 

* En Italia ni siquiera se emplea bacon, como en la receta que todos conocemos. En realidad utilizan “guanciale” que es una especie de chacina que se obtiene de la careta del cerdo. Aquí vamos a emplear prosciutto para hacerlo todavía más suculento.

En primer lugar salteamos a fuego medio-bajo durante 2 ó 3 minutos los taquitos de jamón. No es necesario añadir aceite porque el mismo prosciutto desprenderá un poco de grasa, suficiente para hacerse.

Mientras pochamos el prosciutto hervimos los spaghetti al dente según las indicaciones del fabricante. A la vez vertermos en un bol las seis yemas de huevo junto al queso pecorino, un pellizco de pimienta negra y otro de sal y batimos bien. Se puede reservar un poco de queso para decorar el plato. Si no encontráis pecorino podéis emplear algún queso de oveja semi curado. 

Una vez está cocida la pasta, la escurrimos bien para llevarla directamente a la sartén donde tenemos el prosciutto en taquitos. Es importante que el fuego esté ahora al mínimo. Revolvemos bien e incorporamos a continuación la mezcla de huevos con queso. Salteamos hasta que el huevo cuaje ligeramente y listo para consumir añadiendo virutas de prosciutto recién cortado en la cima de la montaña de pasta.

Si vemos que la pasta queda muy seca se puede añadir agua de la cocción. 

Un plato que se prepara en menos de veinte minutos y que aporta una gran cantidad de carbohidratos y proteínas. En algunos recetarios se indica que se debe incluir una yema de huevo por cada comensal, pero entonces hay que añadir a la mezcla de yemas con pecorino un par de cucharadas de agua de cocción o seguro que quedará demasiado seco.

Y ya sabéis, cuanto mejor sea el prosciutto mejor os quedará el plato.