A veces conseguir un plato único consiste simplemente en variar un ingrediente. Seguramente habrás pensado que dar pasta de primer plato para una comida navideña quedaría raro, pero si en lugar de piñones para el pesto utilizas pistachos lo que era cotidiando se vuelve extraodinario. En eso básicamente consiste la cocina moderna es decir, en epatar al comensal mezclando cosas conocidas pero que habitualmente no se mezclan.
INGREDIENTES (4 personas)
- Medio kilo de espaghetti
- Medio vaso de queso parmesano rallado (o manchego curado, que tampoco es manco)
- Alrededor de 30-40 hojas frescas de albahaca
- 1 diente de ajo (sin el germen verde)
- 1 vaso de pistachos tostados
- Medio vaso de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sal
- Opcional : 1 cucharadita de pimienta negra molida
Cocemos los spaghetti para que queden al dente según las indicaciones del fabricante. Reservamos. Si no podemos emplatar de forma inmediata, un truco consiste en mezclar con la pasta un par de cucharadas de mantequilla y revolver bien. De esta manera podremos recalentar en el microondas y quedarán perfectos, como acabados de hacer.
La preparación tradicional del pesto es en mortero pero prácticamente queda igual de bien empleando la batidora eléctrica, a no ser que seáis muy puristas.
Basta echar todos los ingredientes en el vaso de mezclar y batir hasta que quede bien fino. Si queda una pasta demasiado compacta la deberemos diluir empleando algo más de aceite de oliva o, si no queréis que quede demasiado aceitoso, con el agua de cocción de los spaghetti.
Si queremos que la salsa quede un poco fuerte basta añadir pimienta negra molida.
Emplatamos los spaghetti y vertemos sobre los mismos la salsa pesto de pistachos. Están de fábula y además es un plato muy económico.