Aunque hay Amarguillos en muchas localidades de España, los más famosos son los de Palencia y más concretamente los de Villoldo. Villoldo es una pequeña población de menos de 400 habitantes que han conseguido llevar su nombre, gracias a estos deliciosos dulces, a todo el país.
Son muy fáciles de preparar y un éxito garantizado. Muy mal deben ir las cosas para que salgan mal. El término "amarguillo" es sarcástico. Son dulces sin empalagar. Probablemente se deba a que en algún momento una almendra amarga se colaba en la masa.
INGREDIENTES:
- 200 g de almendras molidas (harina de almendras)
- 200 g de azúcar glas
- 2 claras de huevo
- Ralladura de 1 limón
- Azúcar glas (para espolvorear)
En un bol, mezclamos las almendras molidas con el azúcar glas y la ralladura de limón.
A continuación montamos las claras de huevo a punto de nieve. Mejor hacerlo con una batidora eléctrica hasta que formen picos suaves. Para facilitar la labor, agregar a las claras una pizca de sal y 3 gotas de zumo de limón (3 y sólo 3). Estarán hechas cuando al dar la vuelta al bol, las claras montadas no caigan.
Agregamos las claras montadas a la mezcla de almendras y azúcar glas. Mezclamos suavemente, de arriba hacia abajo para que no pierda aire, hasta obtener una masa homogénea.
Precalentamos el horno a 180°C.
Con la masa, formamos pequeñas bolas (del tamaño de una pelota de ping pong) y las colocamos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Hay que dejar espacio entre ellas, ya que se expandirán durante la cocción. La forma que les demos es indistinta. A veces se les da forma de "8" y en otras ocasiones son simplemente circulares. A veces se colocan sobre una oblea comestible que también se hornea.
Horneamos los amarguillos en el horno precalentado durante aproximadamente 12-15 minutos, o hasta que estén dorados en los bordes.
Dejamos enfriar los amarguillos en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Una vez que los amarguillos estén completamente fríos, los espolvoreamos con azúcar glas.
Es el típico dulce que preparas con la intención que dure y en dos días ya han acabado con todas las existencias. Menos mal que son fáciles de preparar.